Insistimos en que la Moxibustión es una técnica inocua para ambos, tanto para la madre, como para el bebé y no entraña ningún tipo de riesgo siempre que sea ejecutada por un profesional cualificado.
La alternativa hospitalaria, la versión cefálica externa (VCE), es un método avalado como prioritario por la OMS, aunque tiene riesgos por el mero hecho de producirse un contacto físico a través de la tripa con el bebé. El VCE puede provocar sangrado vaginal, desprendimiento de la placenta o rotura de la bolsa amniótica, además puede enrollar el cordón umbilical. La OMS no la considera una práctica de riesgo, aunque no garantiza el éxito.
La OMS, que pretende promover la humanización del parto, considera que la Moxibustión ha sido de eficacia probada. Es más, en 2010 la Moxibustión y la Acupuntura fueron inscritas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.